¿Qué es TÚ Agenda Setting?

Yo opino. Tú opinas. Él opina. Nosotros opinamos. Vosotros opináis. Ellos mandan.

domingo, 12 de julio de 2015

KRAHE

El último acorde no suena a despedida sino a descubrimiento. No suena a homenaje sino al cierre de un teatro luminoso en el que él, su gran protagonista, ha abandonado esta madrugada por una puerta lateral. En silencio y con el estruendo que los demás le conceden y concederán. 

Ahora es muy fácil ser de Krahe. Ahora que el madrileño y sus canciones se subliman en quién sabe dónde, sus versos suenan como esa banda sonora que palpitan a vida y muerte con la magia hecha don. 
 Krahe ya está en camino, de camino a cualquier parte en el que su música siga siendo ese grito elegante que clama arte.
Ser de Krahe ahora es poner en fila sus guiños, sus poemas cantados, su manera de sonreir al micrófono, convirtiendo al del otro lado en cómplice de su juglar manera de vivir esto tan mágico de la música. 

12 de julio 2015, la Krahégira
La historia de Krahe seguirá floreciendo pese a que muchos solo se queden con la censura de un presidente al que la libertad de expresión se le atragantó cuando Krahe le puso la palabra en el cuello, o cuando esa misma libertad de expresión limitaba su cocina creativa. 

Por eso, cuando Krahe se va, como los grandes, deja una reflexión que trasciende de su muerte, de su música e incluso de su vida. Lo que deja es un ejemplo, aunque seguro que nunca querría serlo, porque eso suena a rutinario, a reaccionario, a anti Krahe.

La lección es la de que pese a que el mundo se ponga en tu contra, tú debes seguir por la misma carretera con todos sus aciertos y errores y no permitir que nadie te obligue a tomar la primera salida. La calle de en medio es siempre la más decorosa aunque peor decorada. 

Así pues, su muerte es otro acto de revuelta, sin palabras, porque hasta a él incluso las palabras a veces le sobraban. 

Al ritmo que sus palabras y ritmos cristalizan en la lista de acólitos que hoy, antes y siempre le rendirán tributo, George Brassens le susurra eso de La mala reputación, lentamente, con cariño porque entre reput(e)ados incomprendidos se cierra esta partitura. 

Krahe ya está en camino, de camino a cualquier parte en el que su música siga siendo ese grito elegante que clama arte.

Rieguen estas líneas con Krahe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario