¿Qué es TÚ Agenda Setting?

Yo opino. Tú opinas. Él opina. Nosotros opinamos. Vosotros opináis. Ellos mandan.

viernes, 24 de julio de 2015

Esperando a la justicia de Angrois

La esperanza y el olvido volvieron hoy a desafiarse en la Plaza del Obradoiro ante la lluvia, más parecida a sed de respuestas que a arte.

Hace dos años, a las 20:41, la línea que une Madrid con Santiago de Compostela, descarriló llevándose 91 vidas por delante.

En esa plaza, destino de peregrinos emocionados encontrándose con su monumental reto cumplido, hoy se volvía a representar una escena más de esta España que va abandonando por el camino a sus gentes. 

En corrillos, sosteniendo pancartas contra una situación que navega entre el esperpento y la desesperación, las emociones se mezclaban con muchas preguntas y pocas respuestas. Sin lágrimas. Las familias de las víctimas ya no conceden lágrimas; solo pelea, unidad, determinación a que este proceso no sea como el día hoy en Santiago: nublado, feo, de invierno en medio del verano. 

En pocos metros cuadrados se intercambiaban abrazos peregrinos de compostelana con la seriedad de un hombre de chaqueta de cuero negra que encendía un cigarro, en silencio, junto a su mujer, en silencio y su hija, en silencio. Otros, cuestionaban viejos esloganes populares como aquel de Galicia Calidade, preguntándose el porqué de la calidad. 
En corrillos, portando pancartas contra una situación que navega entre el esperpento y la desesperación, las emociones se mezclaban con muchas preguntas y pocas respuestas.
Más allá, un niño, con pancarta protagonizada por Feijóo, arrastraba por el suelo la proclama mientras su madre le decía "hijo tienes que decir que ese es un gallego traidor". El hijo no entendía el concepto "traidor" pero en un alarde de fortaleza, retomaba su labor de incipiente activista.
En otra parte de la concentración, un gran cartel recordaba los datos de la catástrofe. Hoy la reivindicación y el recuerdo pesaba un poco más, no por el agua sino porque el compromiso con la búsqueda de la verdad. Una carga insoportable.


Esperando a la injusta justicia (Foto de @LCBanalidades)


Apareció Xosé Manuel Beirás, la única cara conocida de la política presente. Se mezcló entre la gente. Mientras recordaba el pasado, se unió a la foto, tras insistentes peticiones de la organización. Al menos apareció y mostró su apoyo. Al resto se les sigue esperando. No solo hoy. 

La concentración se gira y da ahora la espalda al Pazo de Raxoi, sede del Concello de Santiago. Miradas fijas. Sin concesiones y con un objetivo claro: la verdad con todas las responsabilidades que conlleva. 

Sale el sol. Esta vez es un sol de injusticia, de duelo, de indignación. El suelo sigue mojado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario