-No, por aquí no apareció nada.
El hombre se gira y en un castellano alto y claro exclama:
+ "Cuando encuentre al "granuja" que me robó el paraguas lo voy a denunciar".
- Mejor cómprese uno, tardará menos...
+ No, lo voy a recuperar. Hay que enseñar a la gente a no apropiarse de las cosas de los demás.
Un paraguas no son 60 millones de euros escondidos tras una reluciente pared de marfil en Zurich, o 3.000 euros en brebajes y elixires varios a golpe de tarjeta negra. No es un paraguas comparable a pasar sobres debajo de la puerta para vivir a todo tren. No es un paraguas una cuestión de Estado en definitiva. O sí.
Es la cuestión de Estado del agraviado. Del hombre enfadado al que el latronicio, sea cual sea su objeto, razón o perpetrador, sigue enervando. Ese hombre, que sigue apelando a la justicia como exterminador del delito y reciclador coercitivo del malhechor. Un bohemio en definitiva.
+Lo llevaré al cuartelillo y le pueden meter 500 euros por apropiación indebida.
Lo de apropiación indebida es ya para el ciudadano español un mantra, a la altura del "no me consta"o el "respetamos las decisiones judiciales" o "es lo mejor para el pueblo".
Al caballero en cuestión no le resbalan los amorales procedimientos del que somos testigos diariamente. Para muchos otros, la indignación y sus efectos, van menguando ante el empacho de heces políticas que taponan el desagüe. La indignación ha devenido en insensibilización ante el corrupto y sus hazañas millonarias.
Ahora mismo el Quijote aún persigue el paraguas que le robaron.
Mientras tanto, en otra parte nos seguimos tragando la mierda sin cucharilla, sin anestesia, esperando a que alguien nos convenza de que honradez y política aún pueden conjugarse en la misma frase sin soltar una carcajada.
*Recomendación músical para esta lectura: Regar estas líneas con Matisyahu.
Mientras tanto, en otra parte nos seguimos tragando la mierda sin cucharilla, sin anestesia, esperando a que alguien nos convenza de que honradez y política aún pueden conjugarse en la misma frase sin soltar una carcajada.
*Recomendación músical para esta lectura: Regar estas líneas con Matisyahu.