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lunes, 27 de febrero de 2012

Doctor en Wikipedia, profesor de Periodismo

No todos, no siempre, pero existe y duele, y dinamita el prestigio de los que se toman en serio su crucial trabajo de formación. Pero hay otros que manosean y engañan mediante esa excusa infinita necesaria de la libertad de cátedra, que a veces se desvirtua tanto que el poder del alumno, siempre indefenso, solo tiene la opción de aceptar una situación que roza lo esperpéntico.

Y en esa indefensión, un servidor quiere sacar a relucir casos flagrantes de determinados profesores que tirotean como si de una guerra se tratase, textos que no son suyos, apropiándoselos en sus plagiados discursos.

Resulta evidente que el auspiciador de estas líneas no tiene el suficiente acopio de valor para dar nombres y apellidos de estos comportamientos tan éticamente reprochables y tampoco me chivaré a Teddy Bautista, que ya bastante tiene con lo suyo el guardián de los derechos intelectuales en España.

Volviendo al tema que nos concierne, cualquiera puede acudir a determinadas aulas y asistir a ejercicios perfectos de declamación de fuentes como Wikipedia, palabra por palabra, espacio por espacio, y a veces, sin el disimulo que se presupone a alguien que no hace de forma correcta su trabajo. Antes, uno podía tirotear un texto y, al ser Internet algo más reducido y exclusivo, era más difícil percatarse de la asimilación propia de conceptos ajenos, pero ahora, con todas las herramientas que la explosión tecnológica nos ofrece, es más fácil pillar a un plagiador que a un cojo, siendo Ana Rosa Quintana, la mejor muestra de ello.

Es, cuanto menos sonrojante, que en el aula del saber, determinados docentes den como suyos apuntes que pertenecen, por ejemplo, a tesis doctorales de personas que, casi seguro, desconocen el uso que se los da y por supuesto, no le son reconocidos los méritos de dar una clase a distancia sin siquiera saberlo. Más dantesco es aún talar un árbol, deletrear un artículo cien veces enmendado de la cuestionable que no repudiable WIKIPEDIA, y encima cobrar por un trabajo que va más de saber leer para el profesor y saber memorizar para el alumno, todo ello claro está clave para el desarrollo académico del alumno.

Así pues, cada cual asiste atónito al asesinato continuado de apuntes ajenos perpetrados por docentes que aniquilan la creación y minusvaloran un trabajo remunerado, formando una generación de memorística desarrollada, con una dudosa ética transferida y con pocos atisbos de confiar en una profesión que es atacada desde el embrión de la educación, esa que nos obligan a seguir recortando, dejando más delgada que Kate Moss.

Yo de mayor quiero ser doctor y profesor, doctor en WIKIPEDIA, profesor de periodismo y todo eso en España, por eso de vivir bien y tomarme semanas de vacaciones con el beneplácito de mi distinguida e imponente autoridad.

A los que dignifican y valoran la profesión, les pido que griten para no confundirles en esta oscura y lamentable realidad.

sábado, 25 de febrero de 2012

El sino perdido de España

"El Estado, cuyo deber es evitar que se produzcan manipulaciones y tergiversaciones que confundan al ciudadano, se ha convertido en el gran manipulador y en un perverso generador de confusión masiva"

No lo digo yo, lo expone lúcidamente en su libro 'Periodistas sometidos: los perros del poder', la eminencia del periodismo español Francisco Rubiales.
Repasando su más que instructivo y edificante libro sobre lo que debería ser el periodismo y viendo un telediario de forma paralela, es lógico que se confunda, como dice Rubiales en el texto introductorio, a una población que ya no sabe donde poner la oreja para no ver que la clase política es un rebaño complicado en el que el honrado es desechado y apartado.
Miramos a Valencia y volvemos a comprobar que Papá Estado lanza a sus perros a la calle para silenciar uno de los regalos envenenados que nos concedió la democracia: la libertad de expresión y manifestación.

Es un regalo envenenado porque en este país disentir se está convirtiendo en un incordio y la policia, al más puro estilo Orwell y sus reclutas del pensamiento, penalizan la preconpección de los actos, abusan de su autoridad respaldados por una presunción de veracidad que se convierte en culpa cuando el ciudadano denuncia a las fuerzas del desoden establecido.


España se rompe, y no lo digo por el territorial sentido de la expresión, sino más bien la gente, los españoles se dan cuenta que aquel poder que concedieron es un bumerán cargado de terror que bombardea un país en pleno derrumbe de valores.

Nadie es capaz de desmentir que nuestro destino, siempre atado a la ineptitud de los gobernantes, se va viendo coartado y limitado por palabras que ni creamos ni fomentamos: crisis. Esa abobinable y mediática palabra es la consecuencia lógica al despilfarro de un país que dio manga ancha a sus políticos y valores cuando el dinero entraba por la puerta. Ahora que la pasta salió escopeteada por la ventana, nos damos cuentas de las ruinas que dejó la falsa opulencia de España.

Persiste la trampa de crear continuos amagos de noticias, vulgares cortinas de humo (Guiñoles y demás sandeces propias de un páis acomplejado) para olvidar que los que están en las escuelas y colegios succionan el aire putrefacto de este paraíso de ruinas, de este oasis seco, y crecerán creyendo que España cayó en desgracia porque no supimos plantar cara a una escena donde el miedo oficialista atenazaba nuestros valores, principios y sobre todo bolsillo.

Saldremos de la dichosa palabra esa, ganaremos Eurovisión, callaremos a los franceses pero seguiremos arrastrando esa duda y deuda indeleble del futuro que traspasamos a nuestros descendientes. Nos creíamos más listos, más fuertes, más preparados pero volvimos a pasar por la vida como una maleta cargada de reproches, buenas intenciones y criticas a la vera de una caña bien fresquita. Eso que nunca falte...mientras tanto el futuro nos avisa que la herencia de malos ejemplos, corruptos y demás malhechores de un país turbado, sean los ejemplos de los que hoy preguntan: -Papá, papá, ¿los políticos son esa gente que nos roba y encima nos sonrie...? -Papá guarda silencio..., está en paro, es español, vive en España.